Menos mal que Marta
ha llamado a casa y me ha dicho que su madre está entusiasmada con
el blog, y mi amigo Álex (el que contagia el virus Antártico) y
Silvia también han dejado algunos comentarios, porque ya estaba yo
dudando si mereció la pena sacrificar anoche tres horas de sueño,
tres, por escribir, seleccionar fotos y traducir. Y además ya tengo
voluntario para ir a ver el James Caird algún día de estos.
Al final ayer puso
el broche -y no de oro- el dichoso CTD, que hay que ver la de
problemas que da cada año. Ganas me dan de tirarlo por la borda pero
sin cable. Al final, después de dos intentos a muy mala hora
(medianoche y una de la mañana) nos marchamos sin conseguir el
perfil. Lo hemos cambiado por el de repuesto que tampoco está muy
por la labor, en fin, esperemos que aguante.
Pero la pesca va muy
bien y ya hemos acabado el sexto y último lance del día. Hemos
empezado con dos lances a 1400 m de profundidad y ahora estamos a 120
m, así que hemos visto casi de todo. A decir verdad esta mañana
apenas veíamos nada porque había niebla muy cerrada, pero se ha
despejado por completo mientras fotografiaba quimeras. Ha estado muy
nuboso y oscuro hasta ahora, que ha salido el sol, pero el mar estaba
en calma y hemos trabajado muy bien. Muy bien en el sentido de que
hemos cubierto objetivos, porque los marineros han tenido que
aguantar horas de frío horrible y un chaparrón importante, que
también le ha coincidido a Eva con algún CTD. Además, en esta zona
(3N) contamos con la estupenda cartografía del fondo marino que se
elaboró en el marco del proyecto internacional NEREIDA, liderado por
España y en el que participaron el IEO y la Secretaría General de
Pesca.
Hoy hemos cogido más
fletán negro que ningún otro día, tampoco para tirar cohetes,
porque han sido 120 kg repartidos en tres lances, pero en comparación
con los días pasados es una mejora importante.
El caso es que he
estado buscando información sobre las quimeras, que son unos peces
de esqueleto cartilaginoso (como los tiburones y las rayas) que viven
a grandes profundidades y son inolvidables por lo peculiares que son.
El nombre genérico de quimeras se lo pusieron los antiguos marinos:
una quimera es un personaje mitológico griego mezcla de león, cabra
y algún bicho más, lo cual me hace pensar si aquellos marinos
habrían visto alguna vez una cabra (el león lo descarto
directamente). Lo que está claro es que no las miraban con cariño.
Parece que la reputación de las pobres quimeras no ha mejorado a
pesar de que no suponen amenaza alguna para el hombre (más bien al
contrario). Entre los diez primeros resultados de la búsqueda me
salían los títulos “10 criaturas marinas horrorosas” y también
“terrorífico pez alienígena con alas y ojos luminosos”. ¡Casi
salgo corriendo! Lo que pasa es que donde viven no hay luz y
necesitan ojos enormes, que desgraciadamente en superficie tienen un
aspecto bastante particular a la luz del día. Menos mal que el
escritor en cuestión parecía no saber que la primera espina de la
aleta dorsal es algo venenosa, si no le habría adjudicado algún
otro calificativo desagradable.
La quimera Harriotta raleighana |
A mí no me parece fea. Extraña si, pero fea... |
El pez grande se come al chico. No me resisto. |
Hoy también hemos
visto granaderos de las especies rupestris y berglax, que me suponen
bastantes quebraderos de cabeza durante el año. Hay quien los
confunde, pero prestando un poco de atención no hay porqué: el
berglax tiene el hocico más puntiagudo, los ojos más grandes, las
escamas más grandes, obvias y rugosas, es muy rugoso al tacto. El
rupestris tiene el hocico redondeado, los ojos más pequeños, las
escamas más pequeñas y no voy a decir que es suave, pero digamos
que tiene un tacto de lija fina.
Granadero berglax |
Granadero rupestris |
Así se nos ha hecho
la hora de comer, y solo puedo decir que lo siento muchísimo por los
7.4 billones de personas que no estais en el Vizconde. Además
de lo que veis había una paella de pescado y queso con membrillo. No
sé cómo han podido hacer tantas tapas tan elaboradas para 35
personas. Antes de acostarme voy a echar un vistazo por si tienen
duendes-pinche escondidos en los armarios.
Tapas |
Más tapas |
Uno de los postres |
El
resto del día lo hemos invertido en tres lances a unos 500, 300 y
100 m de profundidad en los que han predominado las gallinetas,
salvo en el último que venía sobre
todo platija (estaba aquí escondida). También han salido dos
fletanes atlánticos muy hermosos en el quinto lance, pero menos de
la mitad que el de ayer.
Hoy
no me ha quedado más remedio que echar varias horas con el
ordenador, así que no he podido hacer todas las fotos que habría
querido, pero mañana habrá novedades. ¡Prometido!
No se cuanta gente leerá este blog, pero yo te lo agradezco porque gracias a ti podemos ver el duro trabajo que desempeñan los que trabajan en el mar, y sobre todo tenernos informados de lo que os ocurre a vosotros en particular, gracias!
ResponderEliminarLa quimera es muy particular, medio pez, medio pajaro. Pero de horroroso nada. Me encanta el blog!
ResponderEliminarLa quimera es muy particular, medio pez, medio pajaro. Pero de horroroso nada. Me encanta el blog!
ResponderEliminarEnhorabuena por la iniciativa del blog! Son fantásticas las fotos y muy interesante poder leer lo que estáis haciendo. La quimera...es que parece sacada de un relato de ciencia-ficción!!
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