La locura

El día de hoy ha sido un exitazo. Y además es el cumpleaños de Javier biólogo. Hemos empezado con unos objetivos bastante ambiciosos y los hemos cumplido todos sin tropiezos. Hemos acabado la región del área de estudio que conocemos como 3O, que es bastante aburrida porque viene poco pescado, hay muy pocos sitios arrastrables para los lances de profundidad y además no tenemos cartografiado el fondo. En 3O hay 22 lances y hoy nos hemos quitado de encima los seis que nos quedaban. En total llevamos 33 lances, 32 de ellos hechos en cinco días, que es un ritmo muy,muy bueno. Seguro que todos los participantes en Platuxa que están en tierra nos atascan mañana el buzón de comentarios para confirmar esto.

Javier biólogo

 

Empezamos con un lance a más de 1300 m a las seis de la mañana y acabamos de sacar el sexto y último a unos 350 m. También hemos hecho dos CTDs y en estos momentos navegamos a por el tercero. El tiempo ha sido tal y como pedimos a los meteorólogos (¡gracias!), y muchas más cosas, pero vamos por orden…

Amanecer en el Gran Banco, efecto ojo de pez

Lo de empezar a las seis de la mañana no es un capricho, si no una necesidad para aprovechar mejor el tiempo. Si no lo hiciésemos así el equipo que entra a las ocho no tendría nada que hacer hasta las diez y eso no puede ser porque los lances son muchos, el tiempo es poco y siempre tenemos la espada de Damocles de una borrasca inoportuna que no nos deje trabajar.

El primer lance ha sido muy escaso pero ha traido algo de fletán, granaderos variados, alguna quimera (estas os las enseñaremos muy pronto) pero sobre todo antimoras que a mí no me gustan nada. El segundo ha sido igual de escaso pero venía con una sorpresa: un ejemplar de Linophryne lucifer de algo menos de 20 cm pero que ha llegado en muy buen estado a pesar de lo blandos que son y además TRAÍA EL MACHO PUESTO!!! No el macho como en “ataros los machos”, si no a su pareja… estos peces son de la famila de los rapes, y como ellos, en lugar de aleta dorsal tienen una espina que crece hacia delante y de la que cuelga un fotóforo, que es un órgano que emite luz y les sirve para atraer presas incautas. A la profundidad a la que ellos viven (éste lo hemos pescado a 1000 m) no llega la luz, y las únicas luces que se ven son las que emiten los organismos vivos. Luz puede ser una posible pareja o un depredador. Más detalles sobre esto en un libro muy entretenido de Palumbi y Palumbi que se llama “The extreme life of the sea” y no sé si estará disponible en castellano.

Para los que hablen inglés he encontrado un comic estupendo sobre la vida íntima de estos peces en http://theoatmeal.com/comics/angler Resulta que los machos son tremendamente pequeños y con un sentido del olfato muy desarrollado, con el que encuentran a las hembras, gigantescas en comparación con ellos. No sé si por hambre, o por no saber qué hacer, cuando encuentran una hembra empiezan a morderle. Conforme muerden se les “derrite” la boca, de forma que quedan unidos a ella sin remedio (y sin bromas). El siguiente paso es que su cuerpo entero pasa a formar parte de ella hasta que sólo quedan las gónadas, que la hembra usará cuando llegue el momento. Además, el que se haya fusionado un macho no significa que no se puedan fusionar más. Ahí queda eso.

Linophryne lucifer. El macho es el apéndice diminuto a la derecha.

Después de esto el siguiente lance, de 800 m ha quedado un poco soso, con más antimoras, unos tollos negros y poco más, pero con la comida hemos tenido tarta de cumpleaños feliz y se nos ha olvidado enseguida.

Y atención, atención, el cuarto lance del día, cuando el copo estaba a punto de salir a superficie HA ASOMADO UN CACHALOTE!!! Me encantan. No sé si es porque los tengo poco vistos, son tan raros, con esas cabezas que son casi la tercera parte de su cuerpo. Dentro de ellas está el órgano del espermaceti, que se licua al aproximarse a superficie y solidifica al descender, pero también se cree que además de contribuir a la flotabilidad puede ser un órgano de ecolocalización. Las fotos no son muy allá porque me costaba enfocarlo: estaba tan cerca que a veces me lo tapaban las mismas plumas que hay a popa.

El cachalote soplando justo a popa

Cachalote en el centro y pluma a la izquierda. No tengo tiempo para arreglar esto.

 

 

Entonces a Jose María se le ha ocurrido echar por el pantano su GoPro, para filmar el punto de vista de un pez, en fin, esto lo tenemos que desarrollar pero la primera prueba ha sido… muy interesante!!!

Cuando parecía que el día no iba a dar más de sí, ha llegado el quinto lance con ¡OTRO CACHALOTE! ¿O igual era el mismo? También ha estado remoloneando mientras subíamos el copo -seguramente buscando un aperitivo- pero enseguida lo hemos dejado atrás para ir a por el último lance. Además, en el copo venia un fletán atlántico que ha medido 153 cm y pesado 44 kg… Olé a Venicio y Edu por levantarlo para las foto!!!

Segundo cachalote

Segundo cachalote, no nada hacia la puesta de sol

Venicio, el halibut y Edu, en ese orden

This is what a 44 kg Atlantic halibut looks like

 

Menos mal que enseguida ha llegado la hora de cenar porque con tanta subida y bajada entre el puente y el parque (cuatro cubiertas los separan) para llevar y traer estadillos y hacer fotos estaba ya hambrienta. Había bacalao de ayer, ¡qué rico!, entre otras cosas, porque la cocina del Vizconde es mucha cocina.

Hora de virar el sexto y último lance, ya con el equipo de Adriana, Iñaki, Marta y Nair, bajo al parque sin cámara porque total, ¿qué más puede pasar hoy? Bueno, pues puede pasar que hayamos pescado un rape de 117 cm y 28 kilos de peso… A Iñaki, con lo grande que es, le ha costado sacarlo del pantano… entre los dientes y lo resbaladizos que son no es fácil agarrarlos.

Adriana midiendo el súper rape

 

En fin, ya veis que aquí, menos aburrimiento tenemos de todo. Menos mal que mañana también nos tenemos que levantar a las cinco y media, si no no dábamos abasto… Ale, a dormir todo el mundo!