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Si quieres leer más sobre nuestras campañas anteriores, puedes hacerlo aquí


viernes, 2 de junio de 2017

Una pregunta



Hoy voy a celebrar que alguien ha hecho una pregunta al blog, y además una buena pregunta. ¿Cómo es posible que las capturas cambien tanto de un año para otro? Y no, eso no se pone en el informe de campaña. En el informe se presentan los resultados. Las hipótesis quedan para las publicaciones científicas.

Para responder bien habría que llenar varios tomos, así que allá va una respuesta más bien esquelética. La clave está en la hidrografía, el clima y la presión antrópica (la pesca  suele ser el principal tipo de presión ejercida por el hombre en el caso de los recursos pesqueros).

Todos los animales tienen (tenemos) un rango de temperatura óptimo. En el mar, con alguna excepción, como ocurre aquí en la “playa” del Gran Banco, la temperatura disminuye al aumentar la profundidad. Diferentes especies de peces prefieren diferentes temperaturas, por eso no cogemos limandas a 1000 m ni quimeras a 50 m. Los peces buscan su temperatura óptima desplazándose en el rango de profundidad o latitudinalmente. Por ejemplo, debido al calentamiento global hace décadas que se están registrando en altas latitudes especies que tradicionalmente se encontraban en la zona templada. El ejemplo más polémico que se me ocurre es el de la caballa, que es una especie pelágica que desde hace unos años llega a aguas islandesas (para alegría de los isleños) y ha creado un conflicto internacional de categoría, pero eso es otra cuestión.

Vanessa, Antonio, Jorge y Cristina trabajando rápido el lance de profundidad


Además se ha observado tanto en el Atlántico como en el Pacífico que hay patrones de fluctuación en las poblaciones de muy diversas especies de peces y en diferentes caladeros, lo que hizo pensar en procesos a gran escala.  Uno de ellos es la Oscilación del Atlántico Norte o NOA, que es un patrón de la variabilidad de la circulación atmosférica. De ella depende el tiempo en el Atlántico Norte, Norteamérica y Europa. También afecta a la producción planctónica, y por tanto a las distribuciones y poblaciones de peces. Se define con un índice que mide la diferencia de presión entre el Anticiclón de las Azores y la Baja de Islandia. A efectos de cambios en el Gran Banco, si el índice es positivo, la influencia de la Corriente del Golfo (que fluye hacia el norte y lleva agua cálida) es mayor que la influencia de la Corriente de Labrador que fluye hacia el sur y lleva agua fría).

Jorge muestreando el pez más pequeño del día.


Y también hay que tener en cuenta el daño que hacemos los humanos, que nosotros llamamos presión antrópica. En zonas costeras creamos problemas de muy diversas formas, en alta mar nos centramos en unas pocas. Una de ellas es la pesca. Se cree que la pesca incrementa la variabilidad anual de las poblaciones explotadas porque aumenta la mortalidad de ciertas especies, y lo hace de forma diferencial: no afecta por igual a toda la pirámide de población. Hay indicios de que esto afecta también a la biología de las especies, que pueden adelantar la edad y talla de reproducción para compensar la escasez de hembras de más edad y tamaño, que son además las que producen más y mejores huevos.


Las poblaciones -en este caso de peces- pueden recuperarse ante las dificultades, pero esto depende del estado de la población y de las dificultades. Si una población bien estructurada sufre una alta mortalidad, bien debido a condiciones ambientales adversas o al desarrollo de una pesquería, puede volver a incrementar su biomasa (aunque quizás no al nivel original). Pero si a la presión se añaden condiciones adversas tenemos todos los ingredientes para un desastre. Y si no que pregunten al bacalao del Gran Banco, del que se pescaron 14 MILLONES DE TONELADAS (4-5 BILLONES de peces) entre 1960-1972 según Rose (2007) y ahora lo encontramos por piezas. En los últimos años se ha barajado la hipótesis de que el periodo muy frío que comenzó a principios de los 90 y que diezmó la población de capelán, la dieta preferida del bacalao, contribuyó a la desaparición del bacalao. 

Hablando de desaparecer: el Gran Banco... de Niebla.


El gran problema que tenemos por resolver en este área de trabajo es que no encontramos la forma de separar el efecto del clima del efecto de la pesca. Se están desarrollando modelos pero hace falta seguir investigando.

En el caso de nuestra campaña, la presión pesquera es muy baja en comparación con la que había antes, nosotros estamos pescando bien en el sentido de que el aparejo está trabajando como debe (te puede salir mal un lance, pero dos campañas enteras seguidas, no), y en la campaña de los canadienses del año pasado tampoco pescaron lo habitual, así que tendremos que hacer números para ver si encontramos una explicación.

En fin, Alicia, muy bien. Si has llegado hasta esta línea has ganado un hermoso bacalao de 10 kg que puedes pasar a recoger en los próximos 7 días de 9 a 14 h.


El lance de bacalao. Vanessa y Lucía a la izquierda, Jose Luis y un turista al fondo, Antonio y Jorge a la derecha.

3 comentarios:

  1. He llegado, pero llevo cuatro lecturas y no estoy segura de haberlo entendido del todo!!!! ponle mi nombre a ese bacalao!
    ;-)

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  2. Vaya. Entonces no hemos cubierto objetivos.

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  3. A ver qué me temo que he traumatizado a la autora del blog....con los esfuerzos que hace para que lo entendamos los profanos! Está perfectamente claro, solo que elegí un momento pésimo para leerlo mientras daba la cena a cuatro fieras que empezaban a devorarme por los tobillos. En el silencio de la madrugada es otra cosa. ...
    En cualquier caso, quizá las razones vayan de la mano, quiero decir,cambio climático y efecto de la pesca. Pero desde luego es escandaloso!
    miles de besos!

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