Hoy
voy a empezar poniendo falta a los lectores de Murcia, acho, parece
mentira… y pasamos a hablar de descartes. Cuando se pesca se
persiguen ciertas especies, que son las especies objetivo. Pero a no
ser que se trate de especies pelágicas en cardúmenes, lo normal es
que con las especies objetivo se capture a otras especies que tienen
la mala fortuna de compartir hábitat con ellas. En ocasiones estas
especies no objetivo también tienen valor comercial, y entonces
hablamos de capturas incidentales. Pero otra proporción (variable
según el aparejo, la pesquería y que en ocasiones puede representar
una parte muy grande de la captura total) no tiene interés comercial
y se tira por la borda. Esto es el descarte.
La
falta de interés comercial puede deberse a que la especie en
cuestión no es comestible, o carece de mercado; o puede que sí sea
comestible pero no haya alcanzado la talla comercial. También puede
ocurrir que sea comestible y de talla legal pero esté en tan mal
estado que no pueda venderse. Y por último también se descartan
ejemplares de especies comerciales y talla legal con el fin de
maximizar los beneficios, seleccionando las especies y / o ejemplares
más valiosos. Esto puede ocurrir al final de las campañas, cuando
queda poco espacio en la bodega o cuando la cuota de una especie está
a punto de acabarse. Las motivaciones para el descarte son diversas y
se ha escrito mucho sobre ellas.
En
lo que suelen coincidir todos los autores es en la magnitud del
problema y la necesidad de encontrar soluciones adaptadas a cada
pesquería, porque los descartes no benefician a nadie. En general
las medidas son de tipo técnico, que consisten en incrementar la
selectividad de los aparejos, de gestión, como por ejemplo cierres
temporales de ciertas áreas en las que puede haber agrupamientos de
juveniles o limitar el número de licencias, y económicas, que
pueden ser multas, subsidios o sustitución de cuotas.
Un
informe de la FAO datado en 19941
estimaba que anualmente se descartaban de media 27 millones de
toneladas de pescado. Para que os hagais una idea de esta cifra,
según el informe de CEPESCA (Confederación Española de Pesca) de
2015, España capturó en 2013 algo más de 1 millón de toneladas de
pescado.
La
Política Pesquera Común de 2013 empezó a implementar recientemente
la obligación de desembarcar toda la captura de especies comerciales
reguladas (es decir, aquellas para las que hay cuota o talla mínima
de captura). Esta regulación se aplicará gradualmente y por
pesquerías a toda la flota europea independientemente de que pesque
fuera o dentro de aguas de la UE, aunque se consideran algunas
excepciones para determinadas pesquerías bajo ciertas asunciones.
A
pesar de que haya que desembarcar toda la captura de especies
comerciales reguladas, no todo lo que se desembarque podrá
comercializarse directamente para consumo humano, por ejemplo los
peces por debajo de la talla mínima comercial. Hay que buscar un uso
para el pescado que no puede ir a lonja, y para optimizar el
aprovechamiento de esta fracción de la captura sería muy
conveniente saber con antelación qué llevan los barcos en la
bodega.
Y
aquí entra en juego el proyecto LIFE iSEAS, que tiene por objetivo
demostrar que la pesca europea puede ser sostenible optimizando el
uso de los datos que tenemos y con propuestas innovadoras para la
gestión de los descartes. En este proyecto están involucrados el
Instituto Español de Oceanografía, el Instituto de Investigaciones
Marinas del CSIC, el Centro Tecnológico del Mar (CETMAR), el Centro
de Supercomputación de Galicia (CESGA), la Universidad de Santiago
de Compostela, JOSMAR SL, una empresa que fabrica maquinaria para
procesar pescado y OPROMAR, la Organización de Productores de Pesca
del Puerto y Ría de Marín.
Podeis
encontrar más información sobre el proyecto en
http://www.lifeiseas.eu/ Aquí
sólo os contaré que parte del proyecto es un prototipo que pueda
hacer la labor de un observador humano sin interferir con el trabajo
de los marineros. Este prototipo es el que mencioné hace unos días.
Con él se fotografiarán las capturas para identificar y calcular la
biomasa descartada y la captura de especies objetivo.
El prototipo del iObserver instalado sobre una de las cintas transportadoras |
El iObserver listo para la acción |
El
proyecto también contempla otras acciones. Una de ellas es la
elaboración de modelos que permitan estimar para los diferentes
caladeros el riesgo de capturar especies o tallas no deseadas,
basados en la información recogida en campañas como Platuxa,
entrevistas a tripulantes, campañas oceanográficas y los datos
generados a diario por los propios barcos de pesca.
Otras
acciones son la creación de un geoportal para gestión de datos de
descartes, instalaciones en los barcos y en tierra para la
valorización y la gestión de los descartes, y por supuesto un
estudio del impacto socioeconómico de las soluciones planteadas en
el proyecto.
1 Alverson
et al. FAO Fisheries Technical Paper. No. 339. Rome, FAO.
1994. 233p.
El laboratorio está listo |
Y que no se le ocurra a nadie venir a secuestrar a nuestros cocineros porque nosotros también estamos listos. |
Vaya arsenal! Impresionantes los datos!
ResponderEliminarBesos