El blues del pescador

Hoy toca empezar dando gracias a todos los que nos estais leyendo y enviando comentarios porque ya hemos superado las mil visitas al blog y hay lectores en muchos países. Sabemos también que muchos de vosotros lo estais difundiendo, así que vaya por vosotros, sobre todo por los incansables que acudís a la cita cada año.

Voy a cambiar un poco el ritmo del blog para poder publicarlo en horas de trabajo en España. Así, si surge algún problema podemos contar con Uxía, la bibliotecaria del IEO en Vigo, que está al pie del cañón y ya nos ha hecho varios quites en estos últimos días. ¡Gracias, Uxía!

Ayer hicimos en total siete lances, que está muy bien teniendo en cuenta cómo amaneció el día. Quedó una tarde preciosa pero tremendamente fría. Lo único que nos faltó fue el pescado. Fue un día de capturas muy pobres: un poco de capelán, un poco de bolo, algún bacalao, unas cuantas limandas y unas platijas, un ciclóptero diminuto, holoturias en otro lance. ¿En qué fondo estábamos? Hemos empezado igual que el año pasado, que capturamos menos de la mitad de lo que es habitual.

El equipo de Jose Luis. De izquierda a derecha: Antonio, Vanessa, Lucía, Jose Luis, Jorge y Cristina.

El agua está helada. Sólo registramos más de un grado en superficie en un par de lances, y en el fondo osciló entre casi -1ºC y 1ºC. Y otra diferencia es el número de alcatraces. Los alcatraces se dejaban ver en algunos lances y en poco número, y ahora los tenemos aquí desde el lunes y ya he contado unas 15-20 parejas. Los alcatraces me recuerdan a Santi Area, que vino de oficial varios años.

Super-concentrados: Antonio, Vanessa, Lucía, Jose Luis (apenas visible) y Cristina.

 

Jose Luis V abre una limanda hembra (ved las gónadas anaranjadas) después del desayuno: ved el estómago parcialmente lleno que sujeta con los dedos.

Los que peor tajada se llevan son los marineros de cubierta. Hizo mucho frío todo el día y les cayó alguna ola traicionera. Este año tengo que tener cuidado y no confundir a Paco y Alberto cuando los fotografíe de espaldas: tienen un tamaño parecido y los dos llevan la cabeza cubierta bajo el casco. El chaleco salvavidas es diferente, eso sí. Afortunadamente en cocina están muy pendientes de nosotros y la comida fue contundente. Desde el lunes he oido a varias personas comentar que se alegraban de que comenzara la pesca porque empezaban a preocuparse por los efectos secundarios de la cocina del Vizconde, y es que tiene un peligro… las madres que no se preocupen que no vamos a perder peso, más bien al contrario. Y la madre de Fergus, que tampoco se preocupe que el chico se ha adaptado fantásticamente a la dieta mediterránea.

Nair también pasa varios ratos al día a la intemperie con su amigo el CTD, pero de momento el esfuerzo está siendo recompensado con perfiles de libro. ¡Ya los verás, Elena! 

Hoy ya vamos camino del tercer lance y las capturas son tan flojas como las de ayer, que no llegamos a la tonelada de captura total. Hemos cogido unos racimos de la ascidia solitaria Boltenia ovifera, bacalaos juveniles, de unos 25-30 cm, que es una buena noticia si sobreviven unos años más y unas cuantas limandas. Lo que sí ha mejorado es el mar, que está prácticamente en calma, y el viento ha aflojado bastante. El frío sigue igual. Y nuestro jamón, ese sí que lo hemos dejado temblando.

Así acabó el día de ayer. 2130 en el Gran Banco.