Seguimos
avanzando. Ayer tuvimos de todo.
Completamos dos estratos – de los menos extensos, eso sí – y uno de ellos nos
costó un enganchón. Eso supuso que los marineros tuvieran que pasar más tiempo
en cubierta del habitual, con el frío tan horrible que hacía fuera. Los de máquinas tampoco paran. Las
capturas siguen sin ser las de otros años pero se han animado. Desaparecieron
los alcatraces, sólo vi uno en todo el día. Pasamos todo el día con el cielo
completamente cubierto o con niebla, y rematamos con lluvia. Menos mal que este
año no estamos pasando frío dentro del barco.
Un tiburón pequeño para Marcos |
Fergus y su primera muestra. A ver si mañana no es tan rápido y me da tiempo a hacer una foto mejor. |
Después de
nuestro lance a 1000m pasamos el resto del día entre los 150 y los 550 m. Salvo
el primer lance, todos los demás trajeron gallineta, hasta varias toneladas
llegamos a coger. Pero este fue la excepción. En general las capturas fueron
bastante inferiores a la toneladas y vinieron muy mezcladas. Seguimos viendo
bacalao juvenil, en torno a los 30 cm y también hemos pescado tres fletanes
blancos, uno de ellos bastante hermoso. Volvieron los granaderos berglax, y
esos peces tan feos que se llaman antimoras.
Pero hoy he
decidido hacer hueco a los invertebrados. Ayer cogimos unos gasterópodos que se
llaman Buccinum undatum -bocina común para abreviar-, pero todos eran
muy pequeños, no llegaban a los 5 cm. Esta especie crece bastante, y no es raro
encontrar ejemplares con conchas de más de 10 cm de longitud. Son carnívoros,
ahí donde los veis, y usan el sifón (esa protuberancia hacia arriba) para
detectar la presencia de presas, que “huelen” gracias a sus quimiorreceptores.
Comen otros invertebrados y con su rádula (una estructura de los caracoles
parecida a una lengua cubierta de dientes minúsculos) pueden incluso perforar
conchas de bivalvos. Estos bucínidos
tampoco le hacen asco a la carroña, y se concentran rápidamente al pasar un
aparejo de arrastre de fondo para alimentarse de los animales heridos o muertos
que quedan por donde ha barrido el arte. Así que ya veis, este simpático
caracol tiene fama de asesino en serie en casa.
Esto es una puesta de Buccinum undatum |
También hemos
cogido unos gramos de un coral blando que se llama Gersemia. Los corales son animales coloniales, y están
constituidos por muchos pólipos que comparten un tejido conectivo. Cada pólipo
tiene un anillo de tentáculos (ocho en el caso de los corales blandos). Con los
tentáculos capturan zooplancton y lo dirigen a la apertura central, que
funciona como boca y ano (no simultáneamente). No se puede ser perfecto. En la
Antártida existe un familiar cercano de este coral, que casualmente se llama Gersemia
antarctica, y he encontrado en un artículo (Slattery, McClintock &
Bowser, 1997) y que en vez de esperar a
que la comida le llegue a los tentáculos, es capaz de inclinarse a cogerla del
suelo. Esto tampoco es a lo que estamos acostumbrados pero imagino que cuando
se tiene una parte del cuerpo que funciona como boca y ano no hay razón para
hacerle ascos a lo que encuentres por el suelo...
Gersemia sp |
A tus sobrinos les encantan las gersemias a partir de ahora....
ResponderEliminarEn Los vertebrados humanoides de todas maneras también hay muchos con la cabeza en el culo, con perdón. A ver si os mejora el tiempo! temperaturas?
Jajajaja, estoy completamente de acuerdo! ;)
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